Banco de Chile reconoce impacto de reformas en menor inversión privada y no espera repunte significativo para 2024

Un análisis del panorama económico, la inversión y el negocio de la banca realizó Banco de Chile en su informe financiero al cierre de 2023.

A través de ese reporte, abordó sus resultados y las proyecciones para este año. Se trata de un documento que se publica de manera trimetral, pero que en esta ocasión la entidad detalló que durante 2023 la industria bancaria debió enfrentar un complejo escenario acentuado por una contracción en la actividad crediticia y un nulo crecimiento del país.

Esto quedó graficado en la cartera comercial que se vio afectada “por el panorama económico, marcado tanto por la incertidumbre en torno a dos procesos constituyentes consecutivos –finalizados en diciembre de 2023– como por una amplia gama de reformas impulsadas por el Gobierno destinadas a introducir cambios significativos en ámbitos económicos clave”.

El banco ligado al grupo Luksic y Citi expuso que “estos factores habrían disuadido a las empresas de emprender proyectos de inversión a largo plazo que además tienen que sobrellevar complejos procesos de aprobación, todo lo cual explica la caída anual esperada de 1,9% en la inversión privada para 2023”.

En línea con lo anterior, observaron cómo los clientes de la banca mayorista “han pospuesto, o incluso descartado, planes de inversión, lo que se ha traducido en una menor demanda por créditos comerciales de mediano y largo plazo”.

Profundizaron que en este tipo clientes es donde “el impacto de la menor inversión privada se haya hecho más evidente, ya que hemos visto que diversos proyectos de inversión que antes estaban en cartera se pospusieron o incluso se descartaron en el corto plazo, a la espera de un escenario más seguro en términos de reformas políticas y económicas, algunas de las cuales aún están en marcha después de muchos años intentando abordarlas”.

Proyecciones
De cara a 2024, Banco de Chile tiene su apuesta: “Esperamos un ciclo positivo en el corto plazo, con tasas de crecimiento anual positivas en el horizonte previsible”.

En cuanto a los riesgos a nivel local, para el segundo mayor banco del país los puntos a tener en cuenta serán la evolución y el resultado final de las reformas económicas y políticas, incluidos los sistemas tributarios, de pensiones y de salud.

El banco expresó que para el actual ejercicio, “esperamos recuperar el impulso en el crecimiento de colocaciones. Creemos firmemente que, en la medida en que se disipe la incertidumbre general y la política monetaria adopte un sesgo más expansivo, la actividad económica general debería recuperarse, al menos moderadamente, desde el estancamiento del PIB observado en 2023”.

A nivel de negocio de la banca, la compañía proyectó expandirse “ligeramente por encima del crecimiento del PIB en colocaciones comerciales, ya que no se espera que la inversión privada aumente significativamente”.

Mientras que en el segmento de personas prevén avanzar ligeramente más rápido que el sector, tanto en consumo como en también en hipotecarios, “principalmente por la recuperación esperada para el consumo de los hogares”.